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Cómo estudiar en la universidad. Consejos para principiantes.

¿Cómo estudiar en la universidad? Comenzar tus estudios superiores en la universidad es un reto emocionante (sobre todo al principio).

Si has elegido una formación que te apasiona, quizá ya te imagines como un profesional con una carrera brillante. En fin, es un entorno nuevo, con miles de contenidos nuevos, asignaturas muy específicas, aulas virtuales, recursos multimedia…

Pero cuando llega el momento de preparar los exámenes es posible que te encuentres con algunas dificultades importantes, y es entonces cuando empiezan los temblores y la ansiedad.

Nada que no pueda abordarse con los dos ingredientes principales de la receta del éxito académico: tu compromiso y un buen método de estudio universitario.

En el artículo de hoy hablamos del segundo ingrediente, imprescindible para aprender cómo estudiar en la universidad.

Los pilares del método de estudio universitario

Tener un método de estudio adecuado en la universidad es esencial porque es el ingrediente principal para saber cómo afrontar cualquier contratiempo.

De hecho, saber que tienes un buen método detrás te permitirá preparar los exámenes sin demasiado esfuerzo, te ayudará a combatir la ansiedad de los mismos y te garantizará excelentes resultados académicos.

La gran diferencia entre el instituto y la universidad está realmente en la organización. En el instituto tu ritmo de estudio ya viene marcado por el propio centro, además la cantidad de material a estudiar es limitada, por lo que sólo tienes que seguir el flujo natural del centro para mantenerte organizado.

En cambio, en la universidad los horarios son diferentes y la cantidad de estudio es mucho mayor, por lo que hay que aprender a organizarse.

Cómo estudiar en la universidad. Gestión del tiempo

Los horarios de las universidades son mucho más flexibles que los de las formaciones académicas iniciales. Cuando se estudia a distancia, la libertad de movimientos es todavía mayor, por lo que es fácil caer en la tentación de dejarlo todo para el último momento.

Es una trampa: cuanto más tiempo tienes disponible, más pierdes. Es un error muy común en estudiantes universitarios a distancia; quedan atrapados en la red de la procrastinación y cuando la montaña se hace gigante acaban por desistir y abandonar la formación. Una lástima.

Este artículo sobre «cómo estudiar online» te puede ayudar si has apostado por la formación a distancia

Así que, para no caer en la trampa, eres tú quien debe organizarse muy bien para llegar a tiempo al examen sin estar súper estresado. Para conseguirlo, puedes seguir estos pasos:

Sigue las lecciones y coge apuntes

Los apuntes que tomes de tu puño y letra durante la clase son una base sólida de estudio que luego puedes ir perfeccionando con los añadidos del libro, ahorrando así un tiempo precioso.

Revisa los apuntes después de la clase

Este paso, estrechamente relacionado con el anterior, es crucial. Revisa siempre tus apuntes el mismo día que los tomaste, no más tarde de 24 horas, pues de lo contrario no recordarás nada y será como si no lo hubieras hecho.

Este sencillo hábito te permite almacenar ordenadamente toda la información en tu cerebro, de modo que cuando llegue la siguiente clase seguirá estando ahí. ¿Y sabes qué? Esto te ahorrará mucho tiempo a la hora de preparar el examen.

Planificación

Cuando seas consciente de todo el material que tienes que estudiar para el examen, deberás organizar tu tiempo de estudio para llegar sin agobios a las fechas de las pruebas.

Suma todas las páginas que tienes que estudiar, tanto las de los apuntes como las del libro de texto, y divide ese número entre el tiempo que tienes disponible. Esto te da un número que representa la cantidad de páginas que necesitas estudiar cada día para terminar el temario al final de la evaluación.

Si en las cuentas que has hecho te daban 10 páginas de estudio al día (quién pudiese) intentar estudiar 12. Si cada día te adelantas un poco a lo que habías planeado, obtienes un tiempo extra que puedes utilizar en los días en los que no puedas estudiar todo y en la semana de repaso antes de los exámenes.

Cómo preparar los exámenes

Llegados a este punto, si has seguido bien los consejos del paso anterior, todo será un poco más sencillo. Ahora vamos a tratar de afinar un poco más para preparar los exámenes de manera adecuada en las últimas semanas.

Sesiones de estudio. ¿Largas o cortas?

A estas alturas, hasta las piedras saben que estudiar durante horas y horas sin levantar la cabeza del libro no es productivo. Tu estudio debe incluir momentos de concentración y momentos de relajación, así que estudia en ciclos de 40 minutos con 10 minutos de descanso y 10 minutos de repaso.

Cuando estés cansado también puedes hacer ciclos de 25 minutos de estudio, 5 de pausa y 5 de repaso, no pasa nada, lo importante es mantener ese ritmo de estudio-pausa que te evite perder la concentración.

Subraya y encuentra las palabras clave

Lo peor que puedes hacer para afrontar el estudio de un examen universitario es coger el libro de texto y ponerte a estudiarlo TODO de principio a fin. No es necesario.

Lee los encabezados, visita los foros, consulta la experiencia del alumnado de años anteriores y pregunta a los tutores (no te cortes) para saber cuáles son los temas más importantes de cada lección. Una vez conseguida esta información puedes empezar a subrayar ( o apuntar, o resumir…) los conceptos clave.

No caigas en el error de subrayarlo todo. Si las hojas de tus libros tienen marcas de fluorescente por todas partes, mala señal. Sintetiza, ¿El examen dura dos horas? Pues optimiza tus sesiones y concéntrate en lo que te puede proporcionar una buena calificación.

Mapas mentales

Con las palabras clave que has destacado del manual crea un mapa cada vez más grande del tema de estudio. De este modo, siempre tendrás una estructura clara de todo lo que has estudiado, con información más general y más específica que te ayude a recordar lo más importante y te permita identificar y clasificar cada temática en el cerebro.

Cómo estudiar en la universidad. Los repasos

Si no haces repasos de todo lo que estudias se irán difuminando en tu cabeza hasta desaparecer. Cuando intentes recuperarlos en los días previos al examen será demasiado tarde. La única forma de mantener todos tus conocimientos frescos y actualizados es hacer repasos:

  • Después de cada clase o sesión de estudio.
  • Una semana después
  • Un mes después

Estas prácticas te resultarán bastante útiles, sobre todo si estás ante tu primera experiencia universitaria, tanto de manera presencial como a distancia. Si todavía no te has decidido por ninguna institución, este artículo sobre las mejores universidades a distancia te ayudará a aclarar las ideas.